Práctica 91. (Entre-Ser)
¿Cómo desaprender la idea de que la Naturaleza es diferente y distante de nosotros en tiempos de pandemia y de la sexta extinción en masiva?
Este proyecto en 6 capítulos propone la interacción entre plantas y humanos al explorar desde el cuerpo la interdependencia*. Proponiendo este trabajo como una multiplicidad* que se transforma con el paso del tiempo, cada capítulo invita a los humanos a relacionarse con los frijoles negros (Phaseolus Vulgaris L) a través de indicaciones semanales a las que se puede acceder digitalmente a través de esta plataforma para ser realizadas en espacios domésticos y de exhibición.
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Inter-acción 1:
Piensa por un momento desde el punto de vista de Phaseolus Vulgaris L. Los indígenas plantaron las primeras versiones de frijoles negros junto con la calabaza y lo que hoy conocemos como maíz porque aprendieron, observando el bosque, que estas plantas se beneficiaban mutuamente*. Este sistema fue llamado por las comunidades indígenas ancestrales de Norteamérica Las Tres Hermanas y en Mesoamérica La Milpa. El maíz proporcionaba una estructura para que los frijoles treparan, eliminando la necesidad de postes. Los frijoles proporcionaban el nitrógeno al suelo que las otras plantas utilizan, y la calabaza se extendía a lo largo del suelo, bloqueando la luz del sol, ayudando a prevenir el establecimiento de malas hierbas y creando un microclima para retener la humedad en el suelo.
Sin embargo, este notable trabajo biotecnológico no fue reconocido por los europeos cuando invadieron y colonizaron las Américas. Su visión no podía concebir que los humanos habían cambiado el mundo, haciendo surgir nuevas especies y formas útiles y productivas, y mucho menos que paisajes enteros eran el resultado de la colaboración entre plantas y de la interacción entre plantas y humanos. Los europeos tomaron las plantas ya domesticadas, las trasladaron y las adaptaron a sus necesidades locales, olvidando sus relaciones e interdependencia con otras especies creando monocultivos.
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"Una Milpa es un campo, generalmente pero no siempre recién desmontado, en el que los campesinos plantan una docena de cultivos a la vez, incluyendo maíz, aguacates, múltiples variedades de calabaza y frijol, melón, quelites, tomates, chiles
camote, jícama, amaranto y mucana.... Los cultivos de milpa son complementarios desde el punto de vista nutricional y medioambiental. El maíz carece de los aminoácidos lisina y triptófano, que el cuerpo necesita para producir proteínas y niacina;.... Las judías tienen tanto lisina como triptófano.... Las calabazas, por su parte, aportan una serie de vitaminas; los aguacates, grasas. La milpa, en opinión de H. Garrison Wilkes, investigador del maíz en la Universidad de Massachusetts en Boston, "es uno de los inventos humanos más exitosos jamás creados".
Charles C. Mann describió la agricultura de la milpa de la siguiente manera, en 1491: New Revelations of the Americas Before Columbus (Nueva York: Knopf, 2005, pp. 197-198):
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Alfonso Tzul, agricultor maya moderno y funcionario de extensión agrícola jubilado, describe cómo surgieron los jardines forestales: "Dios creó las plantas y los animales y el mundo que nos rodea. Los árboles crecían en el bosque, las semillas se esparcían, los pájaros cantaban y los animales florecían. Todo estaba ya ahí. El hombre llegó y prefirió esa planta, favoreció esa semilla, disfrutó de esos pájaros y apoyó a esos animales, creando y utilizando el bosque como un jardín para mantener esas plantas y animales. El trabajo del jardinero forestal es gestionar el bosque añadiendo, quitando y cuidando las plantas, para asegurarse de que ciertas especies crezcan donde sean más viables".
Tomado del blog:
https://polyculturedesign.wordpress.com/2009/12/08/milpa/
Human's inter-Actions with Phaseolus Vulgaris L Chapter 5.
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